Entre demonios y sangre
- Yasser Wandique Carrillo
- 19 jun 2017
- 2 Min. de lectura

¿Alguna vez has tenido deseos de estar perdido en Marte asesinando demonios que vienen desde la nada? Pues esa es la premisa de Doom, nos encontraremos en las planicies del planeta rojo, sin saber cómo ni por qué estamos ahí, lo único que sabemos y será lo más importante es el hecho de que nuestra misión es asesinar demonios.
Si bien en el rubro de la experiencia multijugador no es tan complejo y competitivo como lo que podría ser Gears of War o incluso Call of Duty no es una razón para que los fervientes jugadores competitivos se alejen al instante. Su belleza radica en el modo para un solo jugador, puede que no tenga una historia muy compleja, quizá hasta demasiado sencilla, eso en muchos casos sería criticable pero específicamente para fines de Doom es de agradecerse.
La sencillez de no saber quién eres, donde estás y qué haces ahí hace que no tengas que preocuparte por otra cosa más que sumergirte en el mar de demonios que te atacan constantemente acompañado principalmente de tu escopeta de doble cañón. Esta experiencia está dotada de un excelente diseño de personajes que te hace sentir una sensación de inmersión muy disfrutable en todo sentido pues a pesar de estar siempre entre pedazos de demonio y sangre por todos lados no te hace pensar que es demasiado.
Todo ese desenfreno y locura sangrienta está embelesado por la obra de Mick Gordon, conocido por su trabajo en el soundtrack de Killer Insctinct, Wolfenstein: The new orden y más recientemente en Prey. Su trabajo es perfecto para lo que se necesitaba en Doom, llega un punto en que logra hacer que olvides todo lo demás y te centres en disfrutar de las continuas masacres demoniacas con piezas con la oscura atmósfera de Cyberdemon o el frenetismo de Rip & Tear de fondo.
Son piezas que dan la sensación de incertidumbre gracias a la oscuridad que transmiten pero al mismo tiempo acrecentar la adrenalina en los momentos más gore que se nos presentan en este juego. Una gran parte de que este reboot logre hacernos recordar lo que fue el primer Doom se lo debemos a Mick Gordon, y es que supo darle con sus composiciones ese toque demoniaco y sin sentido que necesitaba la saga haciéndonos así olvidar la basura que fue Doom 3 y logrando tomar un buen camino con esta entrega.
Sin duda esta versión de Doom no es para todos, los amantes de los First Person Shooters ( FPS) más competitivos tal vez no logren apreciarlo por lo que es, una gran experiencia inmersiva para un solo jugador, si lo que buscas es un multijugador aluscinante o una historia que te haga reflexionar no es lo que vas a encontrar aquí. Por otro lado, si lo que buscas es una experiencia satisfactoria sin tanta complejidad sin duda quebradas fascinado con lo que Bethesda y ID Software nos ofrecen.
Comentarios