Juego de Tronos la serie de la que medio mundo quiere hablar y la otra mitad niega querer hacerlo

Terrible y emocionante, así es cómo puede hablarse de esta serie que tanto revuelo causa y que ha dividido a muchas personas por sus opiniones.

Hay quienes bien pueden odiar todo lo relacionado con su estructura argumentativa y el estilo medieval en que es llevada, pero si nos alejamos de la forma en que es presentada (quitando el sistema de caballeros, reyes y siervos) tenemos una novela rica en conocimientos de ciencia política y con toques provocativos de feminismo y melancolía por el mundo que solíamos ser.

Mucho antes de que occidente fuera lo que es hoy día, occidente era una tierra llena de eventos similares a los que se narran en la historia, sin ciencia y con una preponderancia de las religiones casi imposible de ignorar. Nuestra cultura, nuestras leyes y conocimientos son hechos que se consolidaron y avanzaron durante ese tiempo en que la razón de poco valía ante una espada (y parece que hemos regresado a ese periodo histórico).

¿Pero qué tiene de maravillosa esta serie que abusa de escenas violentas y sexuales? Simple. Tiene ritmo, una forma de avanzar en su trama que evita que se vuelva monótona, lo consiguió el autor de la obra, George R. R. Martin, al poner en juego los puntos de vista de personajes complejos y con intereses diferentes en el juicio del público.

Al entrar en el ambiente de cada personaje le permite al lector y al televidente identificar a los personajes e irse encariñando/decepcionando con cada uno, el resto es pura mercadotecnia, aunque eso no es el éxito total de la fórmula, se presenta también el sentido de justicia que tiene cada uno de los protagonistas y al mismo tiempo permite a algunos de ellos redimirse ante el juicio crítico del espectador, quien inicialmente se puede dejar influenciar por los personajes, aunque pronto aprenderá que ninguno tiene una verdad completa y que sus juicios de valor están nublados por ese hecho.

Sumemos a todo esto la magnífica banda sonora que tiene, los efectos especiales, magia, zombies, violencia, sexo e intrigas… y voilá, tenemos poderosas herramientas del marketing que han dado a esta serie un éxito rotundo, pese a ser una propuesta de las distribuidoras de medios streaming más caras por el momento.