This Wild Life, el lado sensible del punk rock
- Francisco Sánchez
- 31 jul 2017
- 3 Min. de lectura

Lejos ha quedado la era en la que al punk rock era asociado con violencia, valemadrismo, insuficiencia y actitud de odio hacia todo lo que lo rodea. Con el paso del tiempo evolucionó hasta sonidos más digeribles, por así decirlo, llevándolo a más audiencia, adoptando sonidos más suaves, pero sin olvidar la energía típica por el cuál es reconocido. Aunque los puritanos del género renieguen de uno de sus derivados más popular, tenemos que aceptar que es parte primordial para acercar a muchos a este tipo de música.
Desde que el nacimiento del pop punk hemos visto cómo es que bandas han escalado peldaños en las listas de popularidad, se han convertido en headliners de festivales importantes y han dado pauta para una creciente oleada de representantes asociados a este ritmo. Debido a esto, hay quienes incluso han sabido retomar esas influencias y hacer un sonido todavía más melódico, llegando a dejar de lado el típico de guitarras con distorsión y optando por una caja de madera para dar increíbles riffs. Así es, aquí no hay mohawks, estoperoles ni alaridos en pro de la anarquía, sólo algunos individuos que influenciados por bandas como Blink-182 decidieron crear una banda llamada This Wild Life.
Junto a miembros de la extinta The Messenger, es que comienzan a tocar en diversos sitios en California (de donde son originarios). En esta etapa lograron llevar al mercado dos materiales discográficos con la máxima DIY: Hazlo tú mismo, pero que esté bien hecho. Pop Shove It en 2011 y Heart Flip para 2012, dejaron en claro de dónde venía la banda, ya que además también eran fans del skate. Es aquí cuando dos miembros de la banda, Anthony Del Grosso y Kevin Jordan, demostraron su descontento con el proyecto, pues en este las composiciones que más les gustaba tocar y que irónicamente casi no tocaban por el concepto que manejaba la banda, eran las versiones acústicas. Esto provocó diferencia con el resto de los integrantes, lo que llevó a una ruptura, dando nacimiento a la agrupación tal y como es ahora, un dúo acústico.
A pesar de reducir a sólo dos a la banda, grandes oportunidades llegaron. En el año 2013 y ya sólo como un dúo, es que Aaron Marsh, integrante de Copeland, tuvo acercamiento con ellos. Para agosto de ese año, This Wild Life se convirtió en parte de Ther Artery Foundartion, compañía dedicada a apoyar proyectos artísticos con sede en California. Tan sólo unos meses después y debido al éxito que lograron, es que BrettGurewitz, guitarrista de Bad Religion volteó a verlos para firmarlos inmediatamente con su sello, Etipath Records.
27 de mayo de 2014 sería la fecha elegida para el lanzamiento de Clouded, si primer larga duración. Co el sencillo Over It, inclusión como parte del cartel del Warped Tour y fechas con llenos totales en USA, es que This Wild Life comienza a crecer a pasos agigantados.
Cuentan con dos materiales más. El año pasado vio la luz Low Tides, su segundo álbum, lo que lo ha posicionado como un referente en cuanto a los representantes del rock en acústico y para este 2017, lanzaron directo a nuestros oídos Break Me, disco que los ha llevado a una gira que tiene como destino nuestro país, así tendremos la grandiosa oportunidad de apreciar las melodías de esta hermosa banda.
Lánzate a su show con tu novia o novio, te aseguro que la pasarás de lujo en un ambiente romántico con esta bandota. Estarán presentándose los días 25, 26 y 27 de agosto en Guadalajara, CDMX y MTY respectivamente.
Los puntos de venta los puedes encontrar en el siguiente link:
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